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miércoles, 24 de febrero de 2010

La sabrosísima sopa de cebolla

Este es un plato que le gusta a todo el mundo. Una amiga me pidió que publicara recetas que ella le pudiera cocinar a sus niños, y me puse a pensar que aparte de los postres tendría que publicar algo sanito!

Hoy ando sin los apuntes, para serles honesta estoy escribiendo las recetas que ya tengo en la mente, y esta es una de ellas. La preparamos durante los carnavales, un día que mi hermana y otra chicuela que es prácticamente hermana también estaban de visita en el apartamento. Les debo foto porque ese día estábamos todos hambrientos y comimos antes de pensar en el recuerdo!

Obviamente para comenzar lo primero que necesitan son las protagonistas, las cebollas. Les diría que con 2 cebollas grandes alcanza para 4 personas, pero tendrían que ser muuuy grandes, de esas que aquí rara vez encontramos, así que vayan sobre seguro y usen al menos 3.

Corten en julianas (tiras) y lleven a una olla espaciosa, con un poco de aceite de oliva. De una vez agreguen al menos 3 hojas de laurel, pues estas tienen que soltar su aroma con la cebolla. Dejen pasar como 10 minutos, pero sin que se quemen las cebollas y agreguen al menos taza y media de caldo (pollo o carne, el que prefieran y tengan a la mano). No importa que el caldo no sea natural, pueden hacer con cubito, o mezclado con un caldito natural reforzado con los cubitos. Cero rollos gente.

Esto si lo tienen que dejar un rato tapado, como 20 min. Las cebollas van a ir poniéndose como doraditas, porque estarán absorbiendo los jugos del caldo, después lo destapan, y entonces agregan el resto del caldo, hasta completar la cantidad que consideren necesaria para todos sus comensales. Si lo desean agreguen también un toque de vino blanco, no se siente en la comida luego, pero le da un toquecito más acidito al caldo.

Usualmente el caldo se vierte en refractarios, se coloca una rebanada de pan y se cubre con mucho queso, para llevar al horno a gratinar. En mi caso no tengo los refractarios, pero eso no nos detuvo. Cortamos algunas rodajitas de pan, las cubrimos con queso parmesano y las pusimos al horno, luego en la mesa servimos en los platos el caldo y pusimos el pancito gratinado por encima.

Si usan pan integral y una cantidad adecuada (no exagerada) de queso este plato puede tener tan sólo 200 calorías. El uso de pan normal y cantidades exageradas de queso lo pueden llevar a unas 400 calorías, que sigue siendo bajo.

Es un plato sabroso para preparar los fines de semana en familia y darse un gusto como de restaurante!!!

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